La formación del aparato respiratorio se inicia en la tercera
semana de vida, cuando el embrión solo mide unos 3-4 mm de
longitud. Se forma a partir del tubo digestivo. Primero aparece una pequeña
evaginación o divertículo en la pared anterior del intestino, a la que se
denomina hendidura laringotraqueal. Este espacio desaparece
progresivamente al irse formando un tabique que los independiza.
Este tabique se denomina traqueoesofágico, se extiende a lo largo de la
evaginación en sentido cráneo-caudal y va a independizar el primitivo
dispositivo respiratorio del esófago.
El intestino anterior se ha separado en
dos porciones: una anterior, que corresponde al esbozo respiratorio y otra
dorsal o posterior, que va a dar lugar al esófago. En este momento del
desarrollo, el futuro aparato respiratorio está formado por un verdadero fondo
de saco, en donde encontramos: el esbozo laríngeo, el cuerpo del saco
laríngeo que corresponde al esbozo traqueal y ocupa una posición media,
ocupando la porción más inferior, la parte correspondiente al fondo del saco y
que va dar lugar a los pulmones. Es la bolsa pulmonar o divertículo pulmonar.
A continuación se realiza una división a
nivel del fondo de saco pulmonar que es el esbozo de las bolsas pulmonares. De
forma bilobulada, se transforma en las yemas pulmonares. Este proceso tiene
lugar cuando el embrión cumple alrededor de las cuatro semanas de desarrollo.
El sistema respiratorio es el encargado de
proporcionar el oxígeno que el cuerpo necesita y eliminar el dióxido de
carbono o gas carbónico que se produce en todas las células a través del
proceso llamado respiración. Es un proceso involuntario y
automático, en que se extrae el oxígeno del aire inspirado y se expulsan los
gases de desecho con el aire espirado. Los órganos que forman parte
del sistema respiratorio son:
Nariz.- consiste en dos amplias cavidades cuya función es permitir la entrada
del aire, el cual se humedece, filtra y calienta a una determinada temperatura
a través de unas estructuras llamadas cornetes.
Faringe.- conducto muscular, membranoso que ayuda a que el aire se vierta hacia las vías aéreas inferiores.
Epiglotis.-Tapa que impide que los alimentos entren en la laringe y en la tráquea al
tragar. También marca el límite entre la orofaringe y la laringofaringe.
Laringe.- conducto cuya función principal es la filtración del aire inspirado.
Además, permite el paso de aire hacia la tráquea y los pulmones y se cierra
para no permitir el paso de comida durante la deglución si la propia no la ha
deseado y tiene la función de órgano fonador, es decir, produce el sonido.
Tráquea.- brinda una vía abierta al aire inhalado y exhalado desde los pulmones.
Bronquio.- conduce el aire que va desde la tráquea hasta los bronquiolos.
Bronquiolo.- conduce el aire que va desde los bronquios pasando por los bronquiolos y
terminando en los alvéolos.
Alvéolo.- Hematosis (Permite el intercambio gaseoso, es decir, en su interior la
sangre elimina el dióxido de carbono y recoge oxígeno).
Pulmones.- la función de los pulmones es realizar el intercambio gaseoso con la
sangre, por ello los alvéolos están en estrecho contacto con capilares.
Músculos intercostales.- la función principal de los músculos respiratorios
es la de movilizar un volumen de aire que sirva para, tras un intercambio
gaseoso apropiado, aportar oxígeno a los diferentes tejidos.
Diafragma.- músculo estriado que separa la cavidad torácica (pulmones, mediastino,
etc.) de la cavidad abdominal (intestinos, estómago, hígado, etc.). Interviene
en la respiración, descendiendo la presión dentro de la cavidad torácica y
aumentando el volumen durante la inhalación y aumentando la presión y
disminuyendo el volumen durante la exhalación. Este proceso se lleva a cabo,
principalmente, mediante la contracción y relajación del diafragma.
Cuando respiramos, lo
que estamos buscando es captar
oxígeno, un gas que es esencial para que nuestras células puedan vivir y
desarrollarse. El sistema respiratorio permite que el oxígeno entre en el cuerpo y que luego
elimine el dióxido de carbono que es el gas residual que queda
después que las células han usado el oxígeno. El aire ingresa a nuestro
organismo a través de la inspiración y el CO2 (dióxido de
carbono) es eliminado por la espiración.
Cuando el aire que inhalamos llega a los alvéolos, el oxígeno entra a la sangre a través de pequeños capilares localizados en las paredes de los alvéolos. Ahí es llevado al corazón desde donde es enviado a todo el resto del cuerpo. En sentido inverso el dióxido de carbono, que sale de las células del cuerpo, viaja por los capilares de vuelta al corazón que luego mandará esta sangre a los pulmones y se llevará a cabo el proceso contrario para que el CO2 pueda ser exhalado.
El aire se inhala por
la nariz, donde se calienta y humedece. Las fosas nasales están conectadas
con los senos paranasales o cavidades sinusales, unos espacios huecos del
interior de algunos huesos de la cabeza que contribuyen a que el aire inspirado
se caliente y humedezca. Después el aire pasa a la faringe, sigue por la
laringe y penetra en la tráquea. A la mitad de la altura del pecho, la
tráquea se divide en dos bronquios que se dividen de nuevo, una y otra vez, en
bronquios secundarios, terciarios y, finalmente, en unos 250.000 bronquiolos.
Al final de los bronquiolos se agrupan en racimos de alvéolos, pequeños sacos de aire, donde se realiza el intercambio de gases con la sangre.
REFERENCIASAl final de los bronquiolos se agrupan en racimos de alvéolos, pequeños sacos de aire, donde se realiza el intercambio de gases con la sangre.
https://www.infermeravirtual.com/files/media/file/97/Sistema%20respiratorio.pdf?1358605430
https://www.natalben.com/desarrollo-embrionario-aparato-respiratorio
https://www.portaleducativo.net/quinto-basico/14/Sistema-respiratorio
https://www.ecured.cu/Sistema_respiratorio
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